
Son los deseos más profundos, los que se revelan con mayor temor. Es no ser capaz a admitirlos a tener ese gran miedo en mi interior.... Duele tanto.... acaban conmigo...
Solo puedo cerrar los ojos, dejar que esa melodía me envuelva... esa voz.... que me dice... en mi corazón.... que lo perdí.... le perdí antes de tenerle... Le vi pasar.... en la distancia.... me rozó un segundo.... y me sentí tan completa... para después.... verle marchar.... sin detenerse... sin volverse atrás..... sin poder aprisionarle contra mi cuerpo.... sin poder agarrar su mano.... sin poder, ni siquiera, gritar su nombre.... Sabía que jamás escucharía mi voz, sabía que jamás me miraría como yo le miraba a él, sabía que este secreto permanecería para siempre... escondido.... en lo mas profundo.... como un sueño... un sueño que por las noches... a veces... me vendría a visitar... a mostrarme un pedacito de él. Y, mientras tanto, de día.... se mantendría oculto, oculto de la luz del sol, de los pensamientos de otros, de la realidad....
Era una verdad.... que no debía admitir... que allí permanecía...
Lo único que podía esperar es que acabase por desaparecer, por metamofosearse con el aire, con el viento, que se lo llevara lejos de mí...